La joven de 18 años comenzó a sentirse mal tres días después de la intervención y fue internada. Sufrió un paro cardiorespiratorio.

Al día siguiente del primer control post operatorio fue cuando Julieta sufrió la primera hemorragia y 24 horas después, todo se salió de control. La pérdida de sangre entonces fue tal que entró en paro y ya no volvió a despertar.
De acuerdo al relato de los familiares, les había llamado la atención que al darle el alta el médico le recetara un antihemorrágico, algo poco común para una operación de amígdalas. La sospecha fue confirmada por los médicos que la atendieron después. Creen que durante la cirugía el doctor perforó la carótida de Julieta, pero no informó el error que había cometido.
El estado de la joven es grave. Los medios locales informaron que en las últimas horas le sacaron la sedación para ver cómo responde, porque no se sabe el daño neurológico que pudo haber tenido debido al tiempo que permaneció con paro respiratorio. Su familia, en tanto, reza y espera un milagro.
Fuente: TN