El agua y el barro cubren la cinta asfáltica.

Esta peligrosa situación sucede al norte de la localidad norteña, a la altura del paraje Campichuelo, ya que en un tramo de 5 kilómetros el agua llega y cruza la cinta asfáltica. Una de las causas son los desmontes que se realizaron en ese tramo donde actualmente se pueden ver decenas de hectáreas dedicadas a los cultivos. Al encontrarse al pie de los cerros, el agua baja con una fuerza inusitada sin contención alguna.
Luego de una tormenta de verano que cayó durante varias horas, la ruta volvió a transformarse en esa trampa mortal con el agravante que el tramo se hace cada vez más extenso.
‘Ví que se cruzaban varios autos y quedaban en el lodazal que se forma al costado de la ruta pero lo que no ví fui a ninguna fuerza de seguridad advirtiendo sobre el grave peligro. Yo la transito todos los días y la conozco pero eso no quita que sea muy peligroso para todos, porque cualquier vehículo que llega al lugar y no advierte el peligro a tiempo puede perder el control‘, explicó un distribuidor que hace ese tramo en forma habitual.