Sufre encefalitis y pide que no le corten la luz o que le den un grupo electrógeno en cumplimiento de la ley.

Necesita suministro eléctrico constante para tener oxígeno

Jennifer tiene 26 años, sufre de encefalitis de Rasmussen, una rara enfermedad neurológica que deteriora una parte del cerebro. Desde hace 4 años está postrada en su cama dependiendo de un aparato que nivela los niveles de oxígeno que necesita a diario. La joven es electrodependiente, y si de alguna manera ella no utiliza el equipo por cualquier razón debe ser trasladada al hospital para ser asistida por posibles convulsiones.

Este aterrador panorama debió padecerlo su mamá, Analía Acosta, en varias oportunidades en estas semanas, debido a que Edesa corta el suministro eléctrico muy seguido en la zona donde viven, y sin dar aviso. La madre pidió ayuda al hospital de Rosario de Lerma para la asistencia de Jennifer. El problema parece de nunca acabar, porque ahora se anunciaron nuevos cortes, pero esta vez programados en el barrio donde vive la familia.

“Nuestro terror es salir corriendo a buscar ayuda para mi hija. No tenemos vehículo propio, ni los medios para estar contratando una ambulancia de traslado. Jennifer se pone morada por la falta de oxígeno. Queremos pedir asistencia a la empresa Edesa para que nos ayude con un aparato electrógeno que permita el funcionamiento del compensador todo el día”, resaltó Analía.

El estado nacional le había otorgado una pensión por discapacidad a la joven, y por ende el acceso a la obra social Profe. (Programa Federal de Salud), cobertura médica nacional que en aquel entonces no respondía con insumos ni medicamentos a sus beneficiarios como corresponde.

Analía recurrió a este medio para dar a conocer su angustia. Una silla especialmente diseñada para su hija tenía como necesidad urgente. Después de idas y vueltas, la silla apareció.

Las penurias de esta mujer continuaron porque un aparato compensador de oxígeno fue instalado como asistencia respiratoria para el nivelado de sus funciones respiratorias y cardíacas.

Gestiones de la comuna

“La Municipalidad de Rosario de Lerma gestionó ante Edesa que me envíen un grupo electrógeno para suplir la falta de energía eléctrica en mi casa. Yo pago luz y gas. Apenas nos alcanza para comprar otro equipo de energía para el aparato de oxígeno de mi hija. Esperan respuestas, caso contrario deberé hospitalizar a mi hija hasta que se normalice el sistema eléctrico de la zona”, remarcó Analía. Jennifer comenzó a los doce años con epilepsias refractarias, tuvo dos paros respiratorios, 12 veces estuvo con respirador artificial, le realizaron tres traqueotomías, y una operación cerebral. Tenía una vida normal hasta los 11 años cuando comenzaron los síntomas. Desde su última intervención quirúrgica, la joven quedó hemipléjica.

Analía Acosta, la madre de la joven es divorciada y tiene a cargo a dos hijas mujeres, dos nietos y a Jennifer. La familia vive en barrio Padre Chifri, en la manzana E, de la ciudad de Rosario de Lerma. Vende ropa y se las rebusca para afrontar la vida como puede.

Electrodependientes

La ley de electrodependientes en vigencia desde hace dos años, beneficia con cuadro tarifario espacial gratuito a los pacientes de todo el país que necesitan de un suministro eléctrico permanente para evitar riesgos en su vida o salud. Incluso, señala que las empresas distribuidoras de energía eléctrica deben garantizar el servicio proveyendo a los pacientes grupos electrógenos que garanticen el normal funcionamiento del equipo de asistencia de los pacientes.

Por lo visto, con Jennifer, esta premisa nunca fue garantizada por Edesa.