Indignación por la falta de mecanismos de ayuda. Vecinos apagaron con baldes el incendio. El padre de familia intoxicado debió ser asistido por vecinos. La ambulancia nunca llegó.

Sin bomberos ni ambulancia, una familia se salvó de milagroLa familia Vera delante de las ruinas que dejó el fuego.

El padre de familia logró despertar y sacar a su tres niñas, mientras que los vecinos comenzaron a apagar el fuego con baldes y mangueras. Otros ayudaban a salvar las pertenecías de la familia. Dos hombres se treparon al techo y frenaban el fuego con baldes y azotes con sus cintos para que no se propague a la casa contigua. Fueron treinta minutos de pánico. Todos ayudaron a salvar y proteger a la familia. Después de una hora llegó un automóvil trayendo a tres bomberos del destacamento de Voluntarios de Rosario de Lerma. Minutos más tarde la autobomba de los bomberos de la Policía de la Provincia. En el Valle de Lerma, de tres cuarteles de bomberos voluntarios, ninguno tiene vehículos en condiciones. Cuando acudieron a este incendio el fuego ya estaba sofocado.

Si no hubiera sido por la tenaz resistencia de los vecinos contra el fuego, la historia sería distinta. A pesar de las pérdidas materiales de consideración para la familia Vera, nadie resultó herido.

Cristian es policía, había llegado cansado luego de haber trabajado toda la noche. Se durmió por unos instantes, y un cortocircuito desató el siniestro. Junto a su mujer Elizabeth Tolaba están apesadumbrados por la desgracia, sin embargo no paran de agradecer a los vecinos conocidos y desconocidos que los ayudaron.

“Estoy muy agradecido por los vecinos, se portaron muy bien. Apenas podía con el fuego y el humo, y aparecieron los vecinos. Me sacaron a la calle porque me estaba desmayando de tanto haber inhalado monóxido de carbono. Ellos siguieron, otros sacaron algunos muebles y otros se subieron al techo para frenar el fuego. Si no hubiera sido por los vecinos, hoy no estría contando lo que ocurrió”, relata el trago amargo Cristian.

Elizabeth y su esposo Cristian todavía no pueden creer lo que les pasó, necesitan ayuda.

Mientras dialoga con El Tribuno, Elizabeth Tolaba pide agradecer las muestras de afecto hacia la familia: “Hay gente que no conocemos, y nos trajeron ropa para los chicos y mercadería. Estamos agradecidos, vamos a buscar uno por uno a los vecinos que nos ayudaron para agradecerles. La solidaridad venció el fuego que iba a acabar con mi familia”.

Con baldes, mangueras y otros elementos los vecinos terminaron por apagar el fuego. El incendio se desató este jueves poco después del mediodía. Este viernes en la tarde la asistencia a los Vera era contundente. Ropa, mercadería y unos familiares que llegaron de muy lejos para comenzar a reconstruir la vivienda destruida por el fuego. Cristian reviste en una comisaría de Salta capital, tiene siete hijos, cuatro de ellos estaban en la escuela, su mujer estaba fuera de la casa, y él descansaba, mientras tres nenas estaban en su hogar.

Sin ambulancia ni autobomba

En media hora el incendio de Bº San Francisco de Asís en la manzana 31, dejó una vivienda destruida y la colindante con serios daños en el techo. La policía llegó a los contados minutos del llamado de auxilio de un vecino. Los que no llegaron nunca fueron la ambulancia del hospital Joaquín Corbalán de Rosario de Lerma y los Bomberos, cuyo cuartel está a tan solo unas cuadras de donde se desató este siniestro. No mandaron ambulancias de otras localidades vecinas. Los vecinos se mostraron molestos con los bomberos voluntarios de Rosario de Lerma que debido a un desperfecto mecánico, la autobomba no funciona hace varias semanas.

Fuente: El Tribuno